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Como usar correctamente los Antibióticos

Los antibióticos son medicamentos seguros y de gran eficacia que durante décadas han ayudado a disminuir los porcentajes de mortalidad entodo el mundo. Sin embargo, no siempre los usamos como es debido.

España, según un estudio europeo comparativo del Ministerio de Sanidad y Consumo, se encuentra entre los países de Europa con mayor grado de automedicación con antibióticos y, como consecuencia, un porcentaje mayor de cepas bacterianas resistentes. El problema surge porque se ulilizan también para tratar infecciones causadas por virus, que no requieren ni responden al tratamiento. El 90% del consumo de antibióticos es extrahospitalario y, de este, un 85% se emplea en tratar infecciones respiratorias, tanto en los niños como en los adultos que, en la mayoría de los casos, no precisan antibióticos por ser infecciones víricas.

Es importante señalar que no se debe interrumpir el tratamiento prescrito por el médico, salvo que aparezca alguna reacción adversa clínicamente significativa, ni siquiera aunque el paciente sienta mejoría, ya que la resistencia a antibióticos se genera con mayor facilidad si estos se administran de forma intermitente, o a dosis inferiores a las terapéuticas.

El profesional sanitario tiene un papel clave en el uso responsable y prudente de los antibióticos.

Recomendaciones para el uso adecuado de los antibióticos

¿ Cuándo deben tomarse antibióticos?

No todas las infecciones precisan tratamiento antibiótico. Los resfriados, los catarros y las gripes son causados por virus; pueden producir fiebre elevada, pero no mejoran ni se evita su contagio administrando estos medicamentos.

Los antibióticos son totalmente ineficaces para tratar las infecciones por esos virus.

¿Qué ocurre cuando se toman antibióticos sin necesitarlos?

Que las bacterias se vuelven resistentes a ellos, es decir, que cuando se adquiera una infección causada por una bacteria, el fármaco ya no tendrá efecto sobre esta y, por lo tanto, no podrá curar la infección. Debido a que las bacterias pueden transmitirse de unas personas a otras, el uso irresponsable de los antibióticos puede incrementar el número y la gravedad de las infecciones, que pueden resultar muy difíciles de controlar.

¿Qué sucede si se toma un antibiótico más potente de lo necesario?

Las infecciones bacterianas leves suelen requerir un antibiótico de bajo espectro (que afecta a grupos pequeños de gérmenes), y utilizar uno de amplio espectro es innecesario y puede constituir un peligro, tanto para el propio paciente como para el resto de la población, porque facilitará que los gérmenes se vuelvan resistentes a estos medicamentos. La eficacia de estos fármacos, por tanto, no se basa en que sean más potentes o más caros, sino en que el médico prescriba el indicado para cada tipo de infección, y se sigan sus instrucciones en cuanto a dosis y duración del tratamiento.

¿Cómo deben tomarse los antibióticos?

Cuando el médico prescriba el empleo de antibióticos, es imprescindible seguir todas sus instrucciones en cuanto a las dosis y la duración del tratamiento, respetando las hora entre las dosis. Por eso, se debe establecer un horario adecuado para que sea más fácil cumplir con el tratamiento. Así, si se prescribe una dosis cada 8 horas, se puede comenzar a las 8 de la mañana, tomar la siguiente dosis a las 4 de la tarde y, la última, a las 12 de la noche. Si se trata de una única dosis diaria, se debe tomar siempre a la misma hora.

¿Es importante completar el tratamiento?

Es fundamental cumplir el tratamiento indicado, y no interrumpido aunque desaparezcan los síntomas de la enfermedad (tos, fiebre, etcétera) siempre que  el médico así lo indique. Las resistencias de las bacterias pueden aumentar, y la eficacia de los antibióticos disminuir, cuando estos se toman a dosis incorrectas o de forma irregular.

¿Pueden los antibióticos provocar efectos secundarios?

Como cualquier otro fármaco, también los antibióticos pueden provocar efectos secundarios indeseados. Algunas personas son alérgicas a estos medicamentos, o pueden desarrollar esta alergia con el tiempo. Además, el tratamiento con antibióticos pueden alterar y deteriorar la flora intestinal y vaginal, favoreciendo que microorganismos patógenos ocupen el lugar de los que son beneficiosos para la salud, lo que conlleva la aparición de molestias de estómago, diarrea, o una infección con picores genitales. Para prevenir o limitar estos síntomas es recomendable tomar probióticos.