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Consejos de los psicólogos para afrontar y disfrutar de la Navidad de la COVID-19 pese a la incertidumbre y las restricciones

Las restricciones previstas para esta Navidad del coronavirus ya están empezando a generar incertidumbre y cierta ansiedad tanto en los niños como en los mayores. Si se mantienen medidas como los cierres perimetrales de territorios o la limitación de miembros en las reuniones privadas, muchas familiar tendrán que pasar inevitablemente estas fechas por separado.

Diferentes profesionales de la psicología nos aportan útiles consejos con los que evitar caer en el desánimo y disfrutar, pese a que la situaciòn no sea la deseada, de unas semanas tan esperadas junto a nuestros seres queridos.

1. Aceptar la situación y adaptarnos a ella

Es importante, según nos explican los psicólogos, hacerse a la idea y aceptar que este año la época navideña será muy diferente a lo que conocemos. Esto nos ayudará a amoldarnos a la realidad de lo que está ocurriendo y, por tanto, a buscar otras opciones para aprovecharla del modo más satisfactorio.

Como seres humanos, tenemos una gran capacidad de adaptación y desde luego, la gente buscará la forma de disfrutar de estas fechas de una forma completamente diferente. Para conseguirlo resulta imprescindible evitar los pensamientos tremendistas y tener presente que la actual situación, por desagradable que nos parezca, también pasará.

2. Anticiparnos a los acontecimientos

Los psicólogos y pedagogos, considera de gran ayuda que seamos capaces de anticiparnos mentalmente a las circunstancias que dominarán la Navidad del coronavirus, lo cual no debe impedirnos centrarnos en el día a día ni en las pequeñas cosas que sí podemos seguir haciendo. Ya tendremos oportunidades para llevar a cabo celebraciones, pero actualmente lo más importante es cuidar de nosotros y, sobre todo, de los más vulnerables.

3. Aportar seguridad a los niños y comunicarnos con ellos

En relación a los niños, prosigue, si sus adultos de referencia están bien y no muestran excesiva preocupación ni sentimientos descontrolados, ellos lo estarán también. Lo más importante es que se sientan seguros y eso es algo que depende los que compartimos el día a día con ellos. Algo muy útil al respecto, es comenzar a hablar ya con nuestros hijos sobre el tema.

Por otra parte, propone animarles a hacer tarjetas y regalos para aquellos con los que no podremos juntarnos durante tales fechas, algunos por las correspondientes restricciones y otros porque ya no están entre nosotros. Mientras decoramos la casa, se puede conversar sobre la necesidad de ser creativos y animarlos a que se imaginen cómo pueden ser estas fiestas tan diferentes.

4. Conocernos mejor y aprender de la experiencia

Sobrellevar esta Navidad del coronavirus puede ser más sencillo si nos centramos en dos ejercicios personales tan valiosos como la introspección y el aprendizaje. Para abordar ambos aspectos y gestionar satisfactoriamente la incertidumbre, os sugerimos formular tres cuestiones:

Los días que hemos conseguido controlar la ansiedad, ¿qué cosas nos han ayudado a lograrlo?

¿Qué cualidades propias están contribuyendo a que aceptemos la situación?

Dentro de un tiempo, cuando todo forme parte del pasado, será útil analizar qué aprendizaje hemos obtenido de la experiencia.

5. Ahondar en el verdadero significado de la Navidad y reforzarlo

Aunque podamos ir olvidándonos de grandes banquetes, de cotillones y de cualquier iniciativa que conlleve aglomeraciones como las cabalgatas, los espectáculos a los mercados navideños, al menos del modo en que los conocíamos hasta ahora, nadie dice que tengamos que renunciar a este periodo del año tan especial. Os animamos a preparar celebraciones más íntimas sin renunciar a su esencia.

Si el confinamiento de marzo nos sirvió para pasar más tiempo con los hijos, reflexiona, estas fiestas pueden ser una nueva oportunidad para reforzar tales lazos familiares, redescubrir el significado de estos días y compartir los anhelos de paz, esperanza y cuidado del prójimo. Y bajo el escenario actual las mejores maneras de velar por los demás pasan por quedarse en casa y evitar viajes y reuniones innecesarias.

6. No perder nunca la ilusión ni el espíritu navideño

Lo que ocurrirá exactamente a finales de año no está en nuestras manos, pero sí la actitud con la que nos enfrentemos a lo que pueda pasar. Son fechas mágicas para los niños y ellos hacen que también lo sean para los adultos.

Quizá las calles carezcan del alegre y bullicioso ambiente tan característico de esta época, pero el espíritu navideño puede y debe inundar el hogar, siendo el mejor momento para poner en marcha múltiples iniciativas como decorar juntos las distintas estancias, elaborar recetas especiales o cantar villancicos.

En definitiva, hay que hace que esta Navidad del coronavirus sea más Navidad.