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Consejos para adelgazar de forma saludable

La obesidad y el sobrepeso son problemas de salud que podemos combatir actuando sobre aspectos como la alimentación o el ejercicio físico, con el objetivo de ayudarnos perder peso y sobre todo, cambiar nuestros hábitos hacia un estilo de vida más saludable. Te dejamos unas cuantas claves para que sepas por dónde empezar.

No obstante, en caso de padecer obesidad importante o de estar diagnosticado de alguna otra enfermedad, acude al profesional sanitario para que establezca el plan más adecuado para tí.

 – Plantéate metas realistas.

En función de tu edad, estructura corporal y otros factores como tu índice de masa corporal ideal, debes establecer como objetivo un peso saludable para ti: aque que te permita disfrutar de una buena salud y, por tanto, de una mejor calidad de vida.

– Desconfía de las dietas milagro.

No te fíes de los métodos que prometen resultados espectaculares a corto plazo y sin apenas esfuerzo; pueden perjudicar tanto tu salud como tu bolsillo. Además, este tipo de dietas suelen potenciar el efecto rebote, una vez se abandonan.

– Ponte en manos del profesional adecuado.

Nadie mejor que un especialista (ya sea médico de cabecera, un nutricionista o un endocrino) sabrá asesorarte sobre el tipo de dieta más indicado para ti y, además, motivarte para que no abandones antes de llear a meta. Acudir a un profesional sanitario especialista en nutrición es especialmente importante si quieres adelgazar peo padeces alguna enfermedad.

– No tengas prisa.

Perder peso es una carrera de fondo. Hacerlo de manera saludable implica perder de medio a un kilo a la semana, con el fin de que el organismo asimile la reducción de gasto energético. También es importante comprender que la pérdida de peso debe basarse en la interiorización de hábitos de vida saludables, no es una reducción temporal de las calorías.

– No renuncies a ningún alimento.

Una dieta saludable debe incorporar alimentos de todos los grupos e incluir todos los nutrientes necesarios para un óptimo funcionamiento del organismo. Por este motivo, debe ser rica en frutas y verduras, ligeramente proteica, también incluso grasas, aunque más ligeras, y carbohidratos de bajo índice glucémico.

 – No te saltes ninguna comida.

Debes hacer al menos cinco comidas diarias, de manera que la sensación de saciedad prevenga el temido picoteo. Recuerda, además, que las dietas excesivamente hipocalóricas son contraproducentes, porque el organismo se adapta a la reducción energética y se vuelve más difícil bajar peso.

– Excluye el alcohol de tu vida.

Aportar nada menos que siete calorías por gramo, más que los hidratos de carbono o las proteínas. El whisky o el ron son los licores que más aportan, unas 350 kilocalorías, mientras que el vino o la cerveza no contienen tantas. En su lugar, bebe mucha agua al día.

– Pásate a la vida activa.

Aumentar el gasto energético es fundalmental para perder peso. Para conseguirlo, huye del sedentarismo y anímate a caminar un rato todos los días o utilizar las escaleras en lugar del ascensor.

También puedes realizar ejercicio aeróbico y actividades de flexibilidad o fuerza como el pilates o el yoga varias veces a la semana. Pero recuerda adaptar el esfuerzo físico a tus características y condición física.

– No te saltes las horas de sueño.

Se ha observado que dormir es fundamental para mantener el peso a raya y no engordar. Y se sabe que dormir pocas horas estimula la liberacion de hormonas como la ghrelina, que estimula el hambre. Los adultos necesitan entre 7 y 8 horas de sueño nocturno.

– Consulta a tu médico o farmaceútico.

Las farmacias ofrecen opciones saludables para perder peso como planes de adelgazamiento o la posibilidad de realizar test nutrigenéticos que te pueden ayudar a adaptar tus necesidades nutricionales a tu perfil genético y, de esta manera, orientar de una manera más efectiva tu dieta.