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Consejos para prevenir la deshidratación

Podemos reducir el riesgo de sufrir deshidratación siguiendo las siguientes medidas preventivas.

– Toma de dos a tres litros diarios de agua.

Aunque no tengas sed o estés bien de salud, ten siempre a mano una botella a un vaso de agua y bebe con frecuencia a lo largo del día. La hidratación frecuente es beneficiosa por muchos motivos.

– Asegúrate de que niños pequeños y ancianos beben suficiente agua.

Ellos tienen mayor tendencia a la deshidratación y no suelen pedir agua, por lo que hay que darles líquidos de manera frecuente, sin esperar a que aparezcan los signos de deshidratación. Préstales especial atención si se encuentran enfermos o, en el caso de los mayores, si padece diabetes o toman medicamentos como los diuréticos. Y la mejor opción siempre es el agua.

– Aumenta la cantidad de agua que ingieres cuando hace calor o humedad.

De esta mánera, conseguiras que la temperatura corporal se reduzca y también reponer el líquido que se pierde con la sudoración.

– Intenta beber más si estás enfermo.

En el caso de tener vómitos o diarrea deberías beber más emplear soluciones de rehidratación oral en niños y ancianos. De nuevo, no esperes a que haya signos de deshidratación, toma regularmente sorbos de agua o de alguna solución de rehidratación oral, aunque no tengas ganas.

– Toma líquidos antes de practicar deporte o ejercicio físico intenso.

Durante la actividad, bebe cada veinte minutos en cantidades pequeñas y, de nuevo, al finalizarla. Igualmente, trata de entrenar o hacer deporte en los momentos menos calurosos del día y refréscate al finalizar esa actividad para bajar la temperatura corporal.

– Protégete del calor.

No te expongas a temperaturas elevadas y, si hay una ola de calor, mantente en sitios frescos y ponte ropa cómoda y fresca. Protégete la cabeza del sol con gorros y sombreros.

En ancianos y niños, procura que estén el máximo tiempo a la sombra y con suficiente ventilación.

– Cuida tu alimentación.

Ingiere en abundancia alimentos ricos en agua como las frutas y las verduras.

– Evita las bebidas alcohólicas y las ricas en azúcar o en cafeína.

Podrían aumentar la pérdida de líquidos del organismo.