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Consejos para prevenir la tendinitis

La tendinitis es la inflamación, irritación o hinchazón de un tendón, lo que provoca dolor y molestias alrededor de la articulación en la que este se inserta. Puede afectar a cualquier tendón del cuerpo, pero es más habitual alrededor del hombre, del codo, la rodilla y el talón. Puede aparecer también en la cadera, los tobillos, las muñecas y manos.

Este trastorno causa dolor y sensibilidad justo fuera de la articulación. Normalmente, los síntomas mejoran con el reposo y el tratamiento farmacológico, pero, si el tendón llega a romperse, suele ser necesaria la cirugía.

A continuación os detallamos algunos consejos para prevenir la tendinitis.

No abuses del ejercicio.

La actividad física regular es beneficiosa, pero el exceso, sobre todo si lo prolongas en el tiempo, puede suponer un sobreesfuerzo para tus tendones. Puedes también combinar varios tipos de ejercicios o disciplinas -por ejemplo, máquinas con running- para evitar sobrecargar la misma articulación.

Mejora tu técnica deportiva.

Ya que muchos deportes requieren realizar movimientos repetitivos, es importante que los ejecutes adecuadamente, con el fin de no sobrecargar el tendón involucrado. Si es necesario, da clases o solicita el asesoramiento de un profesional cuando utilices nuevos equipos o maquinarias.

Fortalece tus músculos para realizar deporte.

Mantener los músculos fuertes y flexibles ayuda a prevenir lesiones, por lo que los ejercicios de fortalecimiento para proteger las áreas más susceptibles de ser dañadas son muy importantes.

Calienta antes del ejercicio y estira después.

Te ayudará a mantener la flexibilidad de tus articulaciones, así como su amplitud de movimiento. Tómate tu tiempo para hacerlo.

Cuida bien tus codos.

Evita golpearte o cargar excesivamente sobre esta parte del cuerpo. Si juegas al tenis, prueba a usar una banda elástica que amortigüe los impactos en los codos.

Vigila la ergonomía en tu puesto de trabajo.

Si trabajas frente al ordenador, revisa tu postura al trabajar, así como la posición de tu silla y la del teclado, el ratón y el monitor. En el caso de que tu puesto laboral implique realizar movimientos repetitivos, asegúrate de ejecutarlos adecuadamente.

Toma descansos.

Si sueles realizar actividades manuales y de escritura, para de vez en cuando y descansa tus manos, codos, brazos y hombros.

Utiliza calzado adecuado.

Para lograr la protección adecuada de tobillos y pies, es importante que procures hacer ejercicio en superficies planas y niveladas y con un tipo de zapatilla o calzado adecuado a ella y a tu anatomía.

Vigila si hay actividades que te causan molestias.

Sé consciente de las actividades y hábitos de tu vida cotidiana y valora introducir modificaciones si sospechas que pueden estar en el origen del problema.

Escucha tu cuerpo.

Si comienzas a notar dolor en alguna articulación, suspende el ejercicio o deporte y descansa durante algún tiempo. Durante ese periodo de tiempo, sí puedes practicar otros deportes que no involucren a los tendones afectados.