Reservar Cita

Consejos para prevenir y hacer frente a la anemia

El término anemia designa un conjunto de sintomas y signos que se producen debido a la disminución del número de glóbulos rojos en la sangre o a la disminución de los niveles de hemoglobina. Cuando el cuerpo produce menos hematíes o desciende el nivel de hemoglobina,  no recibe suficiente cantidad de oxígeno y surgen los síntomas propios de la anemia.

Las anemias hereditarias no pueden prevenirse, pero aquellas producidas por una deficiencia de hierro o vitaminas sí pueden evitarse, si se siguen una serie de sencillas recomendaciones:

– Sigue una alimentación variada con un poco de todo.

Una dieta equilibrada y de todos los grupos de alimentos nos asegura tener la cantidad suficiente de hierro, porque no todo el hierro presente en los alimentos se absorbe de igual manera. De hecho, se estima que sólo un 10-15% del hierro de la dieta es absorbido por el intestino. Así, del hierro en alimentos de origen animal (cerdo, pollo y pavo, carnes rojas, mariscos y moluscos, huebos e hígado) se absorbe aproximadamente un 30%, mientras que el de los alimentos vegetales (espinacas, acelgas y guisantes) se absorbe con más dificultad. Además, existen algunos alimentos que es preferible no tomar después de que hayamos comido otros que sí son ricos en hierro: leche, yema de huevo, ciertas legumbres o cereales integrales, café, té, cacao o proteína de soja. Así, beber café una hora después de la comida puede reducir la absorción de hierro hasta en un 80%.

– Ingiere diariamente alimentos con hierro.

El hierro se encuentra en numerosos alimentos, como carnes rojas magras (ternera, buey); mariscos de concha (berberechos, almejas y mejillones); frutos secos (nueces, pistachos, almendra tostada); hígado; sésamo, verduras de hoja verde (berros, acelgas, espinacas); legumbres (lentejas, garbanzos, guisantes, germinado de lenteja); o productos integrales: (trigo, pan, arroz, pan de avena).

– Incorpora a tu dieta alimentos cítricos.

Una buena opción son los zumos de naranja o mandarina, y también el brócoli, kiwi y melón, que son apropiados no tanto por la vitamina C sino por el ácido cítrico. Estos alimentos mejoran la absorción de hierro.

– No olvides la vitamina B12.

La deficiencia de esta vitamina puede causar anemia perniciosa, por lo que también debemos procurar que esté presente en nuestra dieta. Podemos encontrarla en la carne vacuna. Las aves y el pescado. Los huevos y lácteos y cualquier alimento enriquecido con ella como las hamburguesas vegetarianas.

– Redobla los esfuerzos si no consumes carne.

Los vegetarianos deben tener en cuenta que el cuerpo no absorbe con las misma facilidad el hierro en su día a día e incorporar alimentos como los cereales integrales, las verduras de hoja verde, las alubias y lentejas, el tofu y las nueces.

– Toma precauciones si estás embarazada y apuesta por la leche manterna.

Las necesidades nutricionales de hierro se duplican en el ambarazo, por lo que las mujeres en este estado deben seguir una dieta rica en hierro, vitamina C y ácido fólico. Estos casos el médico suele prescribir vitaminas prenatales en las que se incluye sobre todo el hierro el ácido fólico. Tras dar a luz, es recomendable alimentar al bebé exclusivamente con leche materna durante los primeros seis meses de vida, pues su hierro es mejor absorbido por los niños que el de la leche de vaca. Si no fuera posible, una alternativa para prevenir la anemia en bebés es la leche enriquecida con hierro.

– Deporte sí, pero sin bajar la guardia.

El ejercicio físico siempre es recomendable, pero si lo practicas de manera intensa, debes seguir más que nunca una dieta equilibrada y rica en hierro. Sobre todo, deben mantenerse alerta los corredores de larga distancia, que sufran a veces la denominada anemia del corredor.

– Evita el autodiagnóstico y acude al médico.

Aunque nos sintamos débiles y pensemos que tenemos anemia, debemos acudir al médico en lugar de comenzar a tomar suplementos alimenticios o vitaminas para la anemia o por nuesta cuenta, porque nos arriesgamos a una intoxicación por hierro y porque, de existir anemia, puede estar causada por algún problema grave que requiera un tratamiento diferente.

– Precaución con el consumo de antiinflamatorios no esteroides como la aspirina o el ibuprofeno, ya que pueden irritar el revestimiento del estómago y causar una úlcera sangrante. Recordemos que las hemorragias internas disminuyen la concentración de glóbulos rojos y hemoglobina en la sangre.

– Respeta las recomendaciones médicas al tomar los suplementos nutricionales.

Cuando el especialista nos prescriba suplemntos de hierro o vitaminas, debemos respetar minuciosamente las pautas de administración y posología que nos indique. Aunque comencemos a sentirnos mejor, no debemos abandonar el tratamiento a medidas. Sólo el 8% del hierro que se toma por vía oral es absorbido por el torrente sanguíneo, por lo que el cuerpo necesita como mínimo 3-6 meses para aumentar sus reservas.