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Dieta mediterránea: una opción sana para evitar la obesidad infantil.

Con los colegios cerrados, el verano ofrece una infinidad de tiempo libre a los niños, algo que  los aleja por completo de su rutina. Aunque hacer los deberes ya no es necesario, sí es importante seguir prestando atención a otros aspectos de su día a día como la alimentación o el ejercício. Los helados o estár demasiado tiempo sentados viendo la televisión pueden desembocar en problemas que afectan directamente a la salud, como la obecidad. Todo ello se puede evitar con una dieta variada y equilibrada, así como la práctica habitual de deporte que, además de ser beneficioso, resulta divertido.

Las altas temperaturas hacen que apetezcan comidas que sean frescas, ligeras y, al mismo tiempo, apetitosas. Si además pueden contener alimentos sanos que no tengan efectos negativos para la salud, se puede realizar una dieta veraniega que aportará todos los nutrientes necesarios a la vez que se disfruta a la hora de comer.

La dieta mediterránea es una de las que ofrece más variedad de alimentos y beneficios para la salud. Ademas de ser una buena forma de combatir la obesidad, la dieta mediterránea contribuye a evitar enfermedades cardiovasculares, diabetes, algunos tipos de cáncer o el envejecimiento de las células. Por todo ello, es una dieta que es perfectamente apta par los más pequeños de la casa.

Es un régimen que se basa sobre todo en alimentos naturales: los requisitos diarios parten de cinco o seis piezas de fruta o verdura al día y continúan con un litro de agua, un vaso de leche (o dos yogures), cereales, pasta, arroz, pan y una cucharada de aceite de oliva. Las carnes, huevos, pescados, legumbres y patatas se deben consumir una o dos veces a la semana, y los caramelos, bollos y refrescos azucarados sólo se recomiendan ocasionalmente. La dieta mediterránea de los niños varía ligeramente respecto a la recomendada para los adultos: esta debe basarse en menos carnes grasas y más pescados y legumbres.

La gran variedad de alimentos que ofrece la dieta mediterránea no sólo sirve para evitar futuros problemas de sobrepeso en los niños, sino que puede servir para introducirles distintos tipos de comidas, especialmente los vegetales y las frutas. De esta forma también se incentiva la adquisición de un hábito alimentario más saludable para su futuro.