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Epilepsia: causas, tratamiento y cómo actuar ante una crisis epiléptica.

La epilepsia es una enfermedad cerebral crónica que se debe a un aumento de la actividad eléctrica de las neuronas en alguna zona del cerebro, lo que produce una crisis epiléptica.

El síntoma más conocido son las convulsiones incontroladas por parte de la persona que sufre una crisis epiléptica. Sin embargo, hay muchos otros tipos de epilepsia. También pueden provocar, por ejemplo, inmovilidad o destellos.

Causas de las crisis epiléticas

Esta enfermedad puede aparecer a cualquier edad, aunque es más frecuente en niños y ancianos. Puede deberse a distintas causas. Cualquier cosa que impida o distorsione el patrón de actividad neuronal puede provocar una crisis epiléptica.

La epilepsia más común es la idiopática, aquella a la que no se identifica la causa.

Aunque, también puede ocurrir por falta de riego en el cerebro, infecciones, tumores cerebrales, consumo de drogas o factores genéticos, entre otros.

Estos son los tipos de crisis epilépticas más comunes:

Generalizada. Las más comunes. El paciente cae al suelo sufriendo rigidez en las piernas y convulsiones. Incluso, puede llegar a sacar espuma por la boca u orinarse.

Miociónicas. Se caracteriza por la aparición de contracciones rápidas y breves en los músculos. Duran apenas unos segundos y, a menudo, no se identifica como epilepsia.

Ausencia: Es más frecuente en niños. La persona que lo sufre pierde la consciencia durante unos segundos y después la recupera inmediatamente.

Parciales: No afecta a todo el cerebro. El paciente puede o no perder la conciencia. Se carateriza por una dificultad a la hora de hablar o por el desarrollo de acciones repetitivas poco comunes.

¿Cómo se diagnostica la epilepsia?

El médico realizará un cuestionario, acompañado de una explotación física completa y una analítica. A continuación, el neurólogo realizará una electroencefalograma. Esta prueba permite ver cómo es la actividad eléctrica del cerebro. También se pedirán pruebas de imagen como una tomografía axial computarizada (TAC).

Tratamiento

La epilepsia es una enfermedad crónica por lo que no existe una solución definitiva; aunque, si hay tratamientos que permiten equilibrar esas corrientes neurológicas para que no se produzcan crisis.

En algunos casos, también es útil la cirugía. Esta consiste en la localización de la zona del cerebro donde se produce ese circuito anormal y la extirpación de esta. También existen técnicas de neuromodulación para evitar las crisis. Se trata de dispositivos eléctricos que producen señales eléctricas de baja intensidad al cerebro constantemente.

En caso de sufrir epilepsia o haber pasado por algún episodio convulsivo debe acudir a su médico para que este le realice las pruebas oportunas y decida que tratamiento es el más adecuado.

¿Cómo actuar si alguien sufre una crisis epiléptica?

Es muy importante dar visibilización y normalidad a esta enfermedad para que todos sepamos cómo actuar si alguien sufre un ataque epiléptico.

Aunque resulte complicado, lo primero es mantener la calma. Esto es fundamentalmente a la hora de realizar con éxito cualquier actuación de primeros auxilios.

Lo primero es proteger a la persona de posibles golpes o lesiones. Para ello, despeja la zona en la que se encuentre y coloca una almohada o algo blanco debajo de su cabeza. Afloja su ropa, sobre todo, en la zona del cuello y quítale las gafas si tiene.

A continuación, coloca a la persona en posición lateral de seguridad. 

Nunca introduzcas nada en la boca. Durante muchos años, se creía que esto era lo adecuado. Sin embargo, es muy peligroso introducir objetos en la boca de una persona que está sufriendo una crisis epiléptica, ya que podría ahogarse. No se tragará la lengua, como mucho se la morderá.

No trates de hacerle el boca a boca, ni de inmovilizarle a la fuerza. Tan sólo tienes que tener que avisar al servicio de emergencias y no dejarle sólo ni un momento hasta que lleguen las asistencias.